En la tarde de hoy, la Sra. Juez Letrado Dra. Claudia Melo, condenó a  Milton Bertiz, de 56 años, fue condenado a 29 años de prisión por el femicidio de Tatiana González, una mujer de 40 años que estaba embarazada de siete meses al momento de su muerte. El crimen, ocurrido en agosto de 2022, conmocionó a la comunidad salteña y puso en evidencia la gravedad de la violencia de género.

Un crimen planificado y brutal

Tatiana González, madre y residente en Concordia, cruzó a Salto para encontrarse con su expareja, quien había viajado desde Montevideo con un arma adquirida ilegalmente y la intención de matarla. Tras citarla, la llevó a un paraje desolado en Agua Salto, donde la agredió brutalmente: le disparó al menos dos veces y la golpeó con la culata del revólver, causándole múltiples heridas graves en el rostro y el cráneo. Tatiana murió lentamente, y su hija por nacer no sobrevivió.

Después del crimen, Bertiz ocultó el cuerpo entre malezas y abandonó el auto de la víctima, intentando borrar sus huellas. Fue detenido tras la denuncia de la madre de Tatiana, quien alertó a la Policía al perder contacto con su hija. La investigación, liderada por el fiscal Augusto Martinicorena y los fiscales adscriptos Sara Tafernaberry y Eleazar Leal, permitió reconstruir los hechos y reunir pruebas clave, como registros de cámaras, pericias forenses y testimonios.

El proceso judicial y la sentencia

Durante el juicio oral, la Fiscalía demostró que el móvil del crimen fue el desprecio y odio hacia Tatiana por su condición de mujer, lo que configuró el agravante de femicidio. Además, se comprobó que Bertiz actuó de forma premeditada y con extrema violencia. El tribunal consideró todas las pruebas y testimonios, incluyendo informes psicológicos que describieron al acusado como una persona narcisista, con baja tolerancia a la frustración y tendencia a justificar su conducta violenta.

La sentencia no solo impone 29 años de penitenciaría, sino que también establece una reparación patrimonial para la familia de Tatiana: el pago de 12 ingresos mensuales del condenado. Esta medida busca, al menos en parte, aliviar el daño causado a los seres queridos de la víctima.