Anotaciones Callejeras
Si se mira con atención los policiales de La Prensa podemos observar un detalle. Muchas veces la policía hace recorridas por distintos barrios de la ciudad de Salto y detiene personas para saber su filiación o porque su actitud era sospecha debido a que merodean sin sentido por todos lados, en algunos casos se puede presuponer que para ver si se pueden llevar algo de autos que no se cerraron correctamente o el tradicional tanteo de puertas.
Pero cuando esa persona es indagada y se la somete a una búsqueda de su nombre y cédula "salta" que estaba requerida por violencia doméstica. Y en no pocos casos eso es emanado de una Jefatura de Policía de otros departamentos. Pero también varios de Salto. Es increíble pero pasa muy frecuentemente dando a entender que es gente que se fue de su casa por los problemas que saltan pero que no encuentra espacio fijo y al ahondar en su situación se descubre esto. Y de ahí a derivarlo al lugar de la requisitoria hay un paso. Es como que esas personas presuponen que no van a saber los agentes que están requeridos una vez que entran al sistema. Todo un caso.
Un lector de nuestro medio se paró en la esquina de Harriague y Morquio, en la punta de la Plaza Mariscal Félix Estigarribia, inicio del populoso Barrio Ceibal. Dice que era de tardecita, aprovechando un día lindo, con niños jugando. Comenta que le llamó la atención el tránsito sin parar.
En cada minuto decenas de vehículos iban y venían sin parar. Muchos bajaban del centro por Dr. Morquio, otros venían raudos del Oeste, otros rumbo al Sureste. Hay que recordar que es una de las salidas de Salto para la ruta tres con todo lo que ello implica. También el Centro de Agudos del CAM lo que entiende por ejemplo la pasada de ambulancias. Diga que hace unos ocho o diez años ahí se invirtió en hormigón y no hay que hacer reparaciones por décadas porque de lo contrario a cada rato habría que intervenir la zona, por el tránsito pero también por la llegada de agua de todos lados a lo que se suma el trajinar de vehículos constantes.
La oferta de comidas en Salto por todos lados es tremenda al punto que pareciera que los salteños no cocinaran más. Hay de todo sobre todo en redes sociales, pizzerías una por cuadra, carritos por todos lados, en las plazas, en las calles comunes, más todo lo que se hace en los hogares y se comercializa en forma informal como casi todo en Salto. La gente busca una forma de vivir y la comida siempre sale.
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