Anotaciones Callejeras
Ayer fue el Día Internacional del Hombre. A decir verdad, si bien poco a poco se habla más del tema, está muy lejos aún de ser un día con tantos "marketing" como el Día de la Mujer. Claro, hay que tener en cuenta también que el 8 de Marzo tiene una historia más larga. Pero volviendo al hombre, recordamos que algunos años se insistió más con el Noviembre Azul, una campaña que apunta a concientizar sobre la prevención de enfermedades propias del sexo masculino, cáncer de próstata por ejemplo. Este año, se notó menos fuerza en la campaña, al menos coincidieron en eso varios de nuestros lectores que nos hicieron llegar ese comentario. Es una campaña a nivel mundial, pero en esta parte del mundo hubo menos ruido que otros años.
Sin apartarnos del tema, nos viene ahora a la mente que una vez, charlando con el doctor Miguel Villar, nos hablaba del mayor riesgo de accidentes laborales en los hombres que en las mujeres. Sucede que trabajos en alturas, en carreteras, en contacto con elementos eléctricos, etc, no es que no haya mujeres que los hagan, pero a nivel mundial la mayoría son hombres. Y estamos hablando de tareas de alto riesgo y altas tasas de mortalidad.
Una lectora de nuestro vespertino, siempre muy interesada en cuestiones vinculadas al lenguaje, ayer nos transmitía un comentario muy interesante. Está sorprendida, nos decía, por la cantidad de comunicadores que para mencionar un año dicen "veinte veinticinco" o "veinte veintitrés", etc. "Es un error grande -comentaba-, porque lo correcto es decir dos mil veinticinco, o dos mil veintitrés... Si no, estamos hablando de años que no existen". Asimismo nos recordaba que hace muchos años, se emitía por Radio Salto determinados micros que (aunque ella no lo recordaba con claridad) le parece se llamaban Hablemos bien nuestro idioma. Eran como bocaditos e los que, cada día se mencionaba un ejemplo diferente de expresiones correctas e incorrectas del habla cotidiana,
Desde ahora y cada día más, se ve y se verá gente que cuando la detiene un semáforo en rojo (más si anda en moto) busca cualquier pedacito de sombra para esperar la luz verde. Y el comentario que se oye mucho es que debería haber más árboles. Pero, ¿por qué nos acordamos de estas cosas solo cuando aprieta el calor? ¿Y si plantamos más árboles todo el año? Ah... ¿quiere una anécdota graciosa, aunque no deja de ser inteligente? Hay un matrimonio veterano, en Ceibal, que se desplazan en una Honda 70 azul y que los días de mucho calor llevan un paraguas; ella, como acompañante, va con el paraguas abierto cual sombrilla para proteger a ambos. Eso sí, marchan lento, si no, el paraguas se les vuela.
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