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En los últimos tiempos se ha dado una especie de grieta en los discursos donde algunos actores dicen solo lo que les conviene. Pasa ahora con la baja del descuento del Imesi a las naftas que pasó del 40 al 32 por ciento por decreto del Poder Ejecutivo. Imaginemos si esto lo hubiera hecho Lacalle Pou en su gobierno, muchos frenteamplistas hubieran empezado con el "qué podés esperar del facho este, no sabe lo que sucede acá", pero como lo hizo un gobierno "amigo y popular" chiflan mirando para el otro lado. En fin, igual hay que decirles que la estrategia le sirvió y el discurso chatongo y mediocre de Fernando Pereyra durante cinco años sirvió y mucho. De todas formas acomodar el discurso no es potestad solo frenteamplista aunque algunos han hecho gala y podrían dar clase.

De todas formas a lo que queremos referirnos en esta jornada es al tema de lo que sí estamos viendo en cuanto a todo lo que hace al consumo que se refleja en Salto donde estamos notando que se está partiendo demasiado la cosa, o sea que tenemos por un lado una clase alta, luego una media alta que disfruta de muchos placeres y los de la media baja se están cayendo dando muestras de que hay un país que trabaja, produce, hace cosas pero del otro hay uno que no llega a fin de mes y el de abajo que es peor, no tiene laburo y tampoco ve perspectivas de esto y encima cae en la pauperización de su pobreza, lo que se observa por ejemplo en Salto en el desespero de mucha gente en buscar algo en los contenedores, en pasar por las afueras de pizzerías a ver si les dan alguna sobra. Una pena que un país que le puede dar de comer con su producción a 34 millones de personas no pueda abastecer al diez por ciento que es la población de este país.

Hemos visto informes de cómo se van los uruguayos al exterior, y no es solo a las termas de Federación sino al Caribe. Hay gente, y bienvenido que así sea, que ha ido varias veces a lugares como el Caribe, Perú, Méjico, Estados Unidos de vacaciones lo que implica en todas estas excursiones miles de dólares y estamos hablando normalmente de trabajadores técnicos que con constancia, esfuerzo y ahorro han podido hacer viajes placenteros en familia. Recordamos por ejemplo una anécdota de este año, en enero, cuando de una agencia de viajes (todo en la capital) llaman a la radio para pedir que frenaran una publicidad de viajes a Brasil pues enero estaba todo vendido y no había un solo lugar, y que "corrieran" la oferta para vender febrero y marzo. Por lo que estamos ante un fenómeno de consumo que también se expresa en los récords de autos vendidos cero quilómetro.

Hay una realidad de consumo que no integra y que nos desafía para el futuro cercano. ¿Qué vamos a hacer con todo esto?

Porque hay gente que no le puede entrar al sistema, que aunque haya llamados laborales no puede ni siquiera presentarse, que tiene un déficit educativo y de formación alarmante que hace que solo les quede pedir, cuidar motos y revolver los contenedores de basura. Es una población que necesita apoyo para cumplir su ciclo de alimentación por un lado pero también para comenzar a insertarse lentamente en el mundo del trabajo que es la verdadera integración que nos puede ayudar a dar el paso para tener una sociedad más integrada. Claro que es un desafío, pero el Uruguay tiene muchos logros, Mevir, el Plan Ceibal, las pensiones a vejez, las becas de estudio. No es tan difícil ni costoso pero hay que hacerlo porque la brecha se nota.

 

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