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Un diálogo entre el abogado Gabriel Cartagena y el periodista Jorge Pignataro reveló datos estremecedores sobre lo que ocurre en zonas turísticas del departamento.Todo comenzó en una conversación entre el abogado y el periodista de Diario La Prensa. Lo que parecía una charla más sobre temas sociales y jurídicos terminó derivando en un asunto inquietante: la trata de personas y la prostitución en Salto, una realidad que, según Cartagena, “ocurre mucho más cerca de lo que los salteños imaginan”. Durante la entrevista, realizada en Radio Libertadores, el abogado expuso con claridad y preocupación la existencia de una red de prostitución que tiene presencia no solo en la ciudad, sino también en las zonas turísticas más visitadas del departamento, como Daymán y Arapey.

Prostitución en las termas: “más común de lo que se cree”

Cartagena aseguró que la prostitución en Salto “no es un fenómeno aislado ni oculto”, sino una actividad que se ha naturalizado en distintos ámbitos, incluso en los centros turísticos. “Además de lo que uno ve en las diferentes paradas acá en la ciudad, de la cantidad de mujeres prostituyéndose, los lugares más importantes del turismo, como son las termas de Daymán y de Arapey, se han convertido en lugares más que habituales para esto, tanto en piezas de hotel como en cabañas”, explicó. Según relató, gran parte de estos contactos se establecen previamente a través de redes sociales, donde se organiza la llegada de mujeres, los encuentros y las tarifas. “Todo se maneja en la virtualidad, pero se concreta aquí mismo, en nuestra zona”, afirmó.

Menores y extranjeras: las más vulnerables

Uno de los aspectos más graves mencionados por Cartagena es la presencia de menores de edad involucradas en este circuito. “En ciertos casos se trata de mujeres menores, detrás de las cuales siempre hay adultos manipulando todo. Eso es trata de personas en su forma más cruda”, subrayó. A esto se suma la situación de mujeres extranjeras, principalmente peruanas, colombianas, venezolanas y dominicanas, muchas de ellas en situación irregular. “Algunas no tienen ni la más mínima documentación personal. Eso implica, por ejemplo, que no pueden acceder a una atención médica. Es gravísimo”, alertó.

Testimonios que confirman la denuncia

Mientras la entrevista se desarrollaba en vivo, un mensaje anónimo llegó a la emisora, reforzando los dichos del abogado. El texto señalaba que las zonas del Proyecto Volcán y los barrios Artigas y Uruguay serían “de donde más se llevan gurisas para hacerlas trabajar (como meretrices) en termas”. La coincidencia con los datos expuestos por Cartagena le dio aún más fuerza al planteo, dejando en evidencia un fenómeno que muchos prefieren no ver. “No se trata de rumores, sino de una realidad que está instalada y de la que parece que nadie quiere hablar”, expresó el periodista al cierre del diálogo.

“Hay miedo de hablar de estas cosas”

Consultado sobre las razones del silencio social y político que rodea este tema, el abogado fue tajante: “La gente no habla de esto… y cuando usted entrevista a un político, y el político habla de esos lugares turísticos, ¿menciona también esto? No, nadie lo hace. Hay miedo. La razón principal es el miedo”, sostuvo Cartagena. Según el profesional, el temor no solo proviene de posibles represalias, sino también, quizás, del deseo de mantener intacta la imagen turística de Salto. “No se trata de ensuciar los destinos termales, sino de reconocer que hay una problemática humana que debe ser atendida”, afirmó.

Hablar para transformar

Cartagena insistió en que el primer paso para enfrentar la trata y la prostitución forzada es visibilizar el problema. “Si seguimos callando, seguimos siendo parte del encubrimiento. Hay que hablar, investigar, denunciar”, enfatizó. El abogado reclamó también una mayor presencia del Estado y de las instituciones sociales en la fiscalización y el acompañamiento a las posibles víctimas. “No se trata solo de un delito, sino de un drama humano que atraviesa a muchas familias y que debe ser abordado con sensibilidad y decisión”, añadió.

Una conversación que deja al descubierto una herida

Lo que empezó como una charla entre un periodista y un abogado se transformó en un grito de alerta sobre una realidad dolorosa y cercana. Las termas, orgullo del turismo salteño y nacional, aparecen ahora bajo una sombra que interpela a todos: autoridades, vecinos, medios y sociedad civil.
El testimonio de Gabriel Cartagena invita a romper el pacto del silencio y asumir que la trata y la prostitución no son solo problemas de las grandes ciudades, sino una herida abierta también en el corazón de Salto.
Hablar es el primer paso. Escuchar, el segundo. Actuar, el más urgente.

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