Sr. Director de Diario La Prensa. Me gustaría hicieran un lugar en su prestigioso diario al tema que planteo. Digo en primer lugar que soy madre de dos jóvenes de 21 y 19 años. Hace poco me enteré de una medida que no sé cuánto tiempo tendrá y que en un primer momento me pareció algo muy bueno, pero ahora la veo como un gran peligro para nuestra juventud. En los bailes, tengo entendido que se empezó a invitar a los jóvenes con vasos de agua fresca.

Esto creo que ayuda a que no beban otras cosas, y además los despeja si ya consumieron alcohol o algunas otras drogas. Como bien se dice siempre, el agua es buena, limpia. Hasta ahí todo positivo. Pero este fin de semana me enteré conversando con mis hijos, que en algunos lugares circulan esos vasos y no es precisamente agua lo que tienen adentro sino que le agregan otras cosas, me han hablado hasta de ciertas “pastillas” (no tengo conocimiento de qué, pero seguro que bueno no debe ser). Conclusión: lo que se pensó como algo bueno puede ser terriblemente negativo. Al parecer es alguna otra droga que algunos colocan y que pasa desapercibida al circular en esos vasos de supuesta agua fresca. Agradezco si ustedes se hacen eco de esta preocupación y juntos podemos investigar. Muchas gracias. S.V. (una madre preocupada)