Sr. Director de LA PRENSA. Me preocupa lo que a continuación le explico. Cualquiera que recorra nuestra hermosa ciudad y mire el entorno, podrá observar que los grafitis están por todos lados. Hace un tiempo, los hacían en muros abandonados, esos que aparentemente “son de nadie” o “son de todos”. Después se fueron usando espacios públicos de más importancia, como puentes, plazoletas, columnas hasta en pleno centro, etc. Hoy en día parece que nada se respeta y vemos estas “pintadas” absolutamente por todos lados.

Tengo una familia amiga a la que le pintaron la puerta del garage, nada menos, una puerta que había sido recién pintada de blanco fue enchastrada (no hay otra palabra) con dibujos y palabras en aerosol azul.

Hay otra cosa que quiero agregar. He visto en otras ciudades, grafitis muy ingeniosos, con mensajes hasta filosóficos si se quiere. Le doy un ejemplo, en Montevideo, hace poco un muro decía: La vida puede más. No justifico, pero al menos no genera tanto rechazo. Sin embargo, creo que en Salto nos está invadiendo el mal gusto. Además de arruinar una puerta, un portón, un muro, una pared, predominan las imágenes y palabras obscenas, los insultos con el más bajo vocabulario…Hay que ver también las garitas de ómnibus con estas pintadas, ¡un desastre total! No se olviden que hasta monumentos fueron vandalizados así, hasta el propio prócer Artigas en la plaza.

Mi pregunta es: hoy que hay tantas cámaras y tecnología por todos lados, ¿cuesta tanto dar con los malentretenidos que hacen estas barbaridades? También me pregunto qué pasa con ellos si se los atrapa. En mi opinión debería dárseles la obligación de limpiar lo ensuciado. Es mi simple opinión. Gracias. M.S.R.