Estoy indignada, no solo porque me robaron, sino porque parece que el hecho no amerita una actuación policial mínimamente diligente. Hace pocos días fui al supermercado, hice las compras y luego me dirigí a mi trabajo, en pleno centro. Estacioné mi vehículo en la calle Uruguay, a pocos metros de la esquina con mayor cantidad de cámaras de seguridad de la ciudad, por encontrarse allí la mayoría de los bancos.

Como es sabido, además de los cuidacoches autorizados por la Intendencia, circulan otras personas que piden dinero a quienes estacionan en la zona céntrica, en especial a la gran cantidad de motociclistas que dejan momentáneamente sus rodados en esa calle. Algunas de estas personas no son de Salto; se nota por su comportamiento, su acento y, además, porque los que trabajamos allí conocemos perfectamente quién es quién.

Quienes trabajamos en los comercios del centro siempre hemos procurado ser amables y respetuosos. Jamás imaginamos que alguno de ellos sería capaz de robarnos delante de nuestras propias narices. Pero así fue.

A la tarde, cuando me retiraba de mi trabajo, noté que me habían robado el surtido. De inmediato revisé las cámaras de seguridad y comprobé que uno de estos individuos había violentado mi vehículo y sustraído mis pertenencias. Hice la denuncia policial y aporté todos los elementos necesarios para identificarlo con absoluta claridad.

¿Y qué pasó? No pasó nada. El individuo sigue suelto, campante, merodeando la zona como si nada hubiera ocurrido. Y mientras tanto, quienes cumplimos con nuestras obligaciones quedamos completamente desprotegidos. No puedo ocultar mi profunda indignación. Indignada porque me robaron. Indignada porque, pese a la denuncia y a las pruebas, no hubo ninguna respuesta eficaz. Indignada porque pareciera que los derechos de los ciudadanos honestos valen menos que la inercia burocrática.

Me pregunto: ¿qué puedo esperar de la Policía si no actúa cuando tiene todo para actuar? ¿Con quién hay que hablar para que la autoridad cumpla, de una vez por todas, con su función? Atentamente, Ciudadana preocupada por la inseguridad.