Juan José Barreto se encuentra internado tras haber sufrido un evento neurológico severo, según confirmaron familiares a este medio. Si bien su estado es estable, presenta secuelas visibles como dificultades en el habla y una parálisis parcial en el rostro, por lo que continúa bajo observación médica y será evaluado por un neurólogo.

Pero Juan José Barreto no es un nombre más. Es un padre marcado por una de las historias más dolorosas e injustas que recuerda la comunidad. Desde hace 18 años sostiene una lucha constante por verdad y justicia por su hijo, Charly Ferreira, el joven que fue retirado por la Policía de un local bailable de la zona de Tropezón y que horas después apareció sin vida sobre la Ruta 31, a pocos kilómetros del lugar. Desde aquel día, la vida de Juan José y su familia cambió para siempre. Golpeados por el dolor, nunca bajaron los brazos. Recorrieron juzgados, fiscalías, medios de comunicación y organismos, reclamando explicaciones y responsabilidades. Sin embargo, tras años de espera, el caso terminó archivado, sin responsables, dejando una herida abierta que jamás cerró.

“Podría haber sido mucho peor”

Esa lucha incansable, ese desgaste emocional y físico de casi dos décadas, hoy vuelve a ponerse sobre la mesa cuando Juan José enfrenta una situación crítica de salud. “Podría haber sido mucho peor”, señalaron sus familiares, explicando que los médicos indicaron que el evento neurológico fue severo, aunque afortunadamente no tuvo consecuencias aún más graves.

Demoras y fallas

La familia también denunció serias dificultades para acceder a una ambulancia, lo que demoró el traslado al hospital en un momento clave. Tras múltiples llamados sin respuesta, un vecino fue quien finalmente lo trasladó en un vehículo particular.

Si bien destacaron el trabajo del personal médico una vez que fue atendido, remarcaron que el sistema falló en el primer eslabón, el traslado y la respuesta ante una urgencia. “Esto no nos pasa solo a nosotros, le puede pasar a cualquiera”, expresaron con indignación.

Una vida marcada por la injusticia

Hoy, Juan José Barreto pelea por recuperarse, mientras su historia vuelve a reflejar una realidad dura: la de un padre que nunca dejó de pedir justicia, que cargó durante 18 años con el peso de una causa archivada y que ahora enfrenta una nueva batalla.

Su familia permanece a su lado, acompañándolo y esperando una evolución favorable, con la misma fortaleza con la que durante años reclamaron respuestas que nunca llegaron.