
"Estamos jugando con vidas" /
Alberto Subí asumió con firmeza la Dirección de Movilidad Urbana en Salto
El empresario y dirigente político asume un rol clave en el nuevo gobierno departamental. Promete una gestión con compromiso, educación vial y un enfoque humano.
En un escenario de cambios políticos y desafíos estructurales, Alberto Subí, flamante Director de Movilidad Urbana de la Intendencia de Salto, concedió una entrevista al diario La Prensa, donde delineó los principales ejes de su gestión. Empresario con más de 35 años de experiencia en el ámbito privado y referente del Partido Colorado, Subí llega al gobierno de coalición liderado por Carlos Albisu con una premisa clara: ordenar el tránsito sin fines recaudatorios, enfocándose en la concientización y el compromiso social.
“Vamos a trabajar para ordenar, educar y salvar vidas”, afirmó Subí, marcando el tono de una gestión que buscará revertir años de desidia institucional.
De la empresa a la función pública
Subí, conocido por su trayectoria al frente de la empresa de seguridad Boston, destacó que su experiencia en el manejo de personal y relaciones humanas será clave en su nueva función. “Una empresa no es solo facturar; tiene una responsabilidad social. Hay familias detrás de cada funcionario”, expresó, estableciendo un paralelismo con la función pública.
Además de su faceta empresarial, Subí ha estado ligado a la política desde hace años. Fue edil y presidente de la Junta Departamental. “Siempre dije que la política me nutre el alma. Es una herramienta para hacer el bien”, dijo, reafirmando su vocación de servicio.
Una dirección desmantelada y sin timón
El nuevo director hereda una dirección que, según sus palabras, “está acéfala desde hace un año y medio”. Sin liderazgo ni lineamientos claros, los funcionarios han trabajado “a voluntad”, lo que generó una estructura debilitada. “Encontré un equipo humano muy bueno, tres jefes sin capitán que sostienen el barco como pueden. Eso es admirable”, reconoció Subí. A pesar del panorama adverso, el director es optimista. Señala que con compromiso, organización y trabajo en equipo, la dirección puede ser reconstruida. “Si metés tiempo, horas y conocimiento, tenés que llegar a buen puerto”, aseguró.
Compromiso con la vida y la educación vial
Uno de los conceptos más reiterados por Subí es el valor de la vida humana. “Acá no estamos hablando de multas o sanciones económicas. Después de un accidente, no se puede corregir más nada. El daño físico, psicológico y familiar es irreparable”, remarcó.
Con esa visión, anunció que su gestión no tendrá una lógica recaudatoria. “Nuestra intención no es multar por multar. Queremos educar, generar conciencia, enseñar. Creo en las segundas oportunidades”, afirmó, destacando que el camino es la pedagogía y no el castigo.
El enfoque humano también estará presente en la formación del personal. Subí relató que una de las primeras instrucciones del intendente Albisu fue “encontrar funcionarios con ganas de atender, con vocación de servicio”.
Un tránsito colapsado y una ciudad desbordada
En la entrevista, se abordó también la realidad del tránsito en Salto, una ciudad que, según La Prensa, se volvió “demasiado intensa” para su tamaño. Con más de 70.000 motos y un parque automotor creciente, el sistema vial muestra signos de colapso.
Subí señaló ejemplos cotidianos que reflejan la falta de conciencia vial: vehículos mal estacionados que ocupan más espacio del necesario, conductores apurados que no respetan las normas, y una ciudadanía muchas veces tensionada por problemas económicos o personales.
“Vivimos una época donde se pasa rápidamente de la discusión verbal a la agresión. Tenemos que trabajar desde la empatía y el diálogo”, reflexionó.
Infraestructura deficiente y desafíos edilicios
El diagnóstico sobre el estado de las oficinas de la Dirección de Movilidad Urbana es alarmante. Según Subí, hay techos dañados, computadoras obsoletas y un nivel de abandono evidente. “Una cartera desmantelada”, la definió.
No obstante, aseguró que ya cuentan con el respaldo del gobierno departamental para iniciar las mejoras. “Tenemos el apoyo del equipo de gobierno, y sobre todo, la responsabilidad de responder al pedido de cambio que hizo la gente en las urnas”, dijo.
Un cambio político que pone a prueba la coalición
La asunción de Subí se da en el marco de un nuevo gobierno departamental encabezado por Carlos Albisu y sostenido por una coalición de partidos. El propio director reconoció que este es un test político importante. “Esta primera experiencia de coalición tiene que ser buena. Tenemos un gran intendente y un equipo de gobierno comprometido. Queremos que, en cinco años, la gente diga que valió la pena el cambio”, afirmó con determinación.
Una visión a largo plazo
Aunque reconoce que no será una tarea fácil, Subí insistió en que su compromiso es total. “Podemos fracasar porque somos humanos, pero no vamos a fracasar por no trabajar o por falta de honestidad”, declaró.
Con una mirada a futuro, destacó la importancia de sembrar hábitos en los ciudadanos desde la infancia. “La persona que aprende en la casa enseña a sus hijos. Esa es la cadena que queremos activar. Más educación, menos accidentes”, resumió.
Una gestión en marcha
En sus primeros días al frente de la dirección, Subí ya ha comenzado a recorrer oficinas, reunirse con funcionarios y delinear planes. Su estilo es claro, cercanía, compromiso y trabajo de campo.
Anunció que estará mucho en la calle, pero “no para recaudar, sino para observar, dialogar y mejorar”. Su meta es recuperar el orden y, sobre todo, reconstruir la confianza entre la ciudadanía y la Intendencia.
“Tenemos mucho trabajo por delante, pero también muchas ganas. Vamos a dar pelea. Lo que está en juego es la vida”, concluyó con énfasis.
Entre la esperanza y el desafío
La llegada de Alberto Subí a la Dirección de Movilidad Urbana representa un nuevo capítulo para Salto. Con un enfoque que combina experiencia empresarial, sensibilidad social y vocación política, el nuevo director apuesta a transformar una de las áreas más críticas del departamento.
El reto no es menor. Pero con una dirección desmantelada, una ciudad congestionada y una ciudadanía exigente, cada paso deberá estar acompañado de firmeza, pedagogía y, sobre todo, empatía.
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