Por informe de Radio Tabaré y confirmado por La Prensa luego de que la ministra de Transporte y Obras Públicas presentara en el Parlamento el plan quinquenal para el modo ferroviario y el transporte en general, autoridades de la Unión Ferroviaria del Uruguay iniciaron una ronda de contactos con jefes departamentales. En ese marco, dirigentes del gremio mantuvieron una reunión con el intendente de Salto, Carlos Albisu, con el objetivo de intercambiar sobre el presente del ferrocarril en el departamento.

Desde el sindicato señalaron que el encuentro responde a la necesidad de “salir a hablar con los gobiernos departamentales” en aquellos territorios donde el ferrocarril aún tiene oportunidades reales de desarrollo. La intención es poner sobre la mesa las falencias actuales del sistema, lo que falta por hacer y analizar qué se puede impulsar desde las intendencias para acompañar una eventual reactivación del modo ferroviario.

El tramo Salto–Queguay, una obra clave y postergada

Uno de los puntos centrales planteados por la Unión Ferroviaria es la situación del tramo Salto–Queguay, de unos 90 kilómetros, que quedó inconcluso en el marco del FOSEM, el Fondo de Convergencia del Mercosur. Este proyecto tenía como objetivo estratégico unir Uruguay con Argentina a través del ferrocarril, pero hoy permanece abandonado y con las vías en condiciones intransitables.

Según explicaron los representantes gremiales, completar esa obra es urgente para conectar el litoral del país con el Ferrocarril Central, recientemente inaugurado y en condiciones óptimas. “Sin ese tramo, el litoral queda aislado del sistema ferroviario nacional”, advirtieron, subrayando que su rehabilitación permitiría que la producción regional vuelva a tener salida ferroviaria hacia el puerto de Montevideo, como ocurrió históricamente.

Oportunidades para la carga y un enfoque multimodal

Desde la Unión Ferroviaria destacaron que las posibilidades de desarrollo del tren en Salto están principalmente asociadas al transporte de carga. Entre los ejemplos mencionaron la potencial movilización de soja paraguaya, que actualmente se transporta en camiones, especialmente cuando la hidrovía enfrenta períodos de bajante. También recordaron la existencia de clientes históricos del ferrocarril en el departamento, como la empresa Amán.

A esto se suma el crecimiento proyectado del sector citrícola, que de acuerdo a estimaciones tendrá un aumento significativo de producción hacia 2030. En ese escenario, el tren aparece como una alternativa eficiente para grandes volúmenes. El gremio insistió en que el ferrocarril no debe verse como un competidor del camión, sino como parte de un sistema de transporte multimodal, donde trenes, camiones y transporte fluvial se complementen para mejorar la logística y la movilidad en el país.

Personal reducido y vías deterioradas

Otro de los problemas expuestos fue la crítica situación de recursos humanos en Salto. Actualmente, apenas dos funcionarios permanecen en la estación Midland, encargados de su mantenimiento, mientras que dos maquinistas del departamento deben trasladarse semanalmente a Tacuarembó y Rivera para cumplir tareas en el servicio de pasajeros. El personal de vía y obra fue trasladado a Paysandú, dejando una plantilla mínima en el departamento. La falta de personal se refleja también en el estado de la infraestructura. Mientras el tramo Salto–Salto Grande se mantiene con arreglos básicos, los 90 kilómetros hacia Queguay están prácticamente cubiertos por la vegetación. Para el sindicato, sin obras ni dotación adecuada “no se puede desarrollar nada”, aunque aclaran que una eventual reactivación implicará necesariamente el ingreso de nuevo personal, ya sea en AFE o en operadores públicos o privados.

Expectativa por el plan maestro ferroviario

Finalmente, la Unión Ferroviaria expresó expectativas sobre el Plan Maestro Ferroviario anunciado por el Ministerio de Transporte, aún no finalizado. Si bien consideran que el diagnóstico sobre qué obras son necesarias ya es conocido, entienden que el plan será clave para definir hacia dónde se dirigirán las inversiones futuras, incluyendo la posibilidad de financiamiento a través de organismos como el FOSEM o la CAF.

Con esta recorrida política y territorial, el gremio busca que las fuerzas políticas y sociales de cada departamento se involucren y acompañen el impulso para que el ferrocarril vuelva a ocupar un rol central en el desarrollo productivo y logístico del Uruguay.