En tiempos donde la política muchas veces se tiñe de enfrentamientos y promesas vacías, la figura de Pablo Alves como presidente de la Junta Departamental de Salto se destacó por su compromiso con el diálogo, la transparencia y la mejora institucional. En una reciente entrevista, Alves hizo un repaso de su gestión y compartió tanto sus logros como sus desafíos pendientes.

Uno de los mayores hitos de su mandato fue la aprobación del estatuto del funcionario, una norma que llevaba más de 40 años esperando ser puesta en marcha. Este estatuto define con claridad los derechos, deberes y funciones de los funcionarios desde su ingreso hasta su jubilación. Para Alves, fue clave el trabajo en conjunto con todos los partidos, el gremio y los ediles. "Lo logramos entre todos. Fue un trabajo de consenso", expresó.

Presidente de todos los ediles

Además de esta importante normativa, Alves también destacó su esfuerzo por mantener el respeto entre las bancadas políticas, especialmente durante el año electoral. "Me propuse ser presidente de todos los ediles, sin importar el partido", señaló. Esto incluyó poner límites cuando las discusiones se calentaban, ya fuera con ediles de la oposición o de su propio partido.

Capacitación de los funcionarios

Otro punto alto de su gestión fue la capacitación de los 26 funcionarios de la Junta. “Antes solo unos pocos tenían esa posibilidad, ahora todos pudieron formarse en sus áreas”, comentó. Esta iniciativa buscó fortalecer el funcionamiento interno de la institución.

Presencia en la vida publica

Sin embargo, no todo fue fácil ni perfecto. Alves reconoció que uno de sus pendientes fue lograr una mayor presencia de la Junta en la vida pública. “La gente muchas veces piensa que la Junta solo sirve para no pagar patente. Falta mostrar que los ediles están ahí para escuchar y ayudar”, reflexionó. También señaló que no todos los ediles trabajaron con la misma dedicación, lo cual es un desafío para el futuro.

Planta de compostaje

Sobre el rol de la Junta en temas relevantes del departamento, citó el caso de la planta de compostaje, donde si bien no era competencia directa de la Junta, se investigó a fondo mediante la comisión respectiva. Esto incluyó consultas con universidades y visitas a otras plantas, concluyendo que el lugar propuesto no era el adecuado. “Ese trabajo muchas veces no se ve, pero se hace con mucha responsabilidad”, remarcó.

"Familia Grande"

De cara al futuro, Pablo Alves aún no tiene definido su próximo rol político. Está involucrado en la creación de una asociación civil llamada "Familia Grande", que busca apoyar a niños y adolescentes víctimas de abuso sexual. También está abierto a seguir participando desde el lugar que sea útil para la sociedad.

"Esto no es una guerra"

En su mensaje final, hizo un llamado claro: “Hay que respetarnos, dialogar y trabajar juntos por Salto. Esto no es una guerra. Más allá del partido, somos todos salteños”.

Con una gestión centrada en el consenso, el respeto y el trabajo concreto, Pablo Alves deja un legado que bien podría servir de ejemplo en otros ámbitos de la política local.