
Un reconocimiento pendiente /
El monumento que Salto le debe al General Fructuoso Rivera
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Por Leonardo Vinci
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joselopez99@adinet.com.uy

En largas jornadas de investigación en la Biblioteca Nacional, tuvimos la fortuna de acceder a documentos que narran la historia temprana de la ciudad de Salto, tal como fue contada a fines del siglo XIX por el diario Ecos del Progreso. Corrían los primeros años de la década de 1980 cuando, revisando archivos y viejos periódicos, logramos recopilar valioso material que más tarde publicamos en el libro “El Edificio del Partido Colorado”. Entre aquellas páginas, aparecía un episodio poco recordado: el 24 de julio de 1908, los colorados de Salto organizaban un “Bazar Rifa” con el objetivo de reunir fondos para comprar el mobiliario de la Casa del Partido. La idea era que el dinero sobrante se destinara a un propósito mayor: levantar, en una de las plazas de la ciudad, un monumento al General Fructuoso Rivera.
Pocos días después, el 8 de agosto, el diario dirigido por Don Aníbal Semblat respaldaba la iniciativa con palabras de fuerte contenido cívico: “Este símbolo, a levantarse en una de nuestras plazas públicas, destinado a recordar a uno de nuestros más grandes patriotas, es una obra tan necesaria en una ciudad tan adelantada como la nuestra y que hasta ahora no ostenta ningún monumento ante el cual se detengan los jóvenes ciudadanos para admirar la figura de un héroe y recordar sus grandes hechos, que los enseña la historia, manteniendo en ellos la fibra patriótica.” En otro artículo de la misma publicación se insistía: “El hecho de destinarse el excedente que resulte para elevar en una de nuestras plazas, huérfanas hasta hoy de obras recordativas, un gran monumento al gran conquistador de las Misiones, hace doblemente simpática la idea y estimulará la generosidad de los donantes.”
Sueño postergado hasta...
Pese al entusiasmo, los fondos reunidos no fueron suficientes y el sueño quedó postergado. Lo cierto es que, más de un siglo después, Salto sigue sin contar con un monumento que recuerde al primer presidente constitucional de la República, figura clave en la construcción del país.
Hubo, sin embargo, un nuevo intento de concretar el homenaje. El 2 de octubre de 1986, la Junta Departamental de Salto aprobó por unanimidad el Decreto 5651/986. Su Artículo 1º fue claro: “Encomiéndase al Gobierno Comunal de Salto erigir un monumento a la memoria del General Fructuoso Rivera.”
Nunca se ejecutó la obra
A pesar de esta voluntad unánime, los sucesivos gobiernos de distintos signos políticos no ejecutaron la obra. El decreto sigue sin cumplirse, y el homenaje continúa pendiente. Rivera, más allá de las controversias históricas que su figura pueda despertar, ocupa un lugar indiscutible en la historia nacional. Fue uno de los protagonistas de las luchas por la independencia y figura principalísima en la consolidación de la República.
La ciudad sigue en deuda
Poetas como Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou le dedicaron versos que destacan su dimensión heroica y humana. Agustini lo llamó “el albo cisne de imperial figura” y escribió: “Mientras viva su patria, él vivirá. Y aunque haya alguno que enturbiarle quiera ¡Nunca su brillo amortiguar podrá!” Por su parte, Juana de Ibarbourou evocó su muerte en Cerro Largo con un lirismo conmovedor: “Campos de mi Cerro Largo —trébol que mordí con flor— ¿guardáis aún el aliento de Rivera, el vencedor, que os dio el último suspiro junto al río rezador?” Estas voces literarias reflejan el reconocimiento que, en vida y después de su muerte, recibió Rivera como símbolo de coraje y liderazgo. Sin embargo, nuestra ciudad sigue en deuda.
Justicia histórica y gesto patriótico
Quizás sea tiempo de retomar aquella vieja idea nacida en 1908, reforzada por un decreto de 1986 y respaldada por el recuerdo de generaciones. Un monumento no solo sería un acto de justicia histórica, sino también un gesto patriótico, para que los jóvenes conozcan y reflexionen sobre quienes forjaron la nación. La historia y la poesía ya le rindieron honores. Falta que el bronce y la piedra en alguna plaza de Salto hagan lo mismo.
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