Desde Artigas y desde el ámbito politico, se cuestionó al Ministerio de Ambiente por la demora en la autorización de unos 30 permisos mineros en la zona del arroyo Catalán, en Artigas. Según se dijo, la falta de resoluciones afecta a la explotación de ágatas y amatistas de alta calidad, una actividad que genera alrededor de 2.000 empleos en el norteño departamento.

“No es contaminante”

El ex director de Minería y Geología, Marcelo Pugliesi, que representó a Cabildo Abierto en el gobierno anterior, aseguró que la minería de piedras semipreciosas “no es nada contaminante” y que en el Ministerio “se mira de reojo” a este sector productivo. Recordó que la actividad se desarrolla desde hace décadas y que forma parte de la identidad económica del norte de Artigas.

Críticas a la gestión y falta de diálogo

El problema no radica en la Dirección Nacional de Minería y Geología (Dinamige), donde desde Artigas, se reconoce que “mejoró mucho su gestión” en los últimos años, sino en lo que se califica como “un grave problema técnico y jurídico de burocracia y mala gestión” en Ambiente. Además, lamentó la ausencia de instancias de diálogo con los productores y talleres de la zona, a quienes “se tiene de rehén”.

Patrimonio cultural en disputa

La preocupación, también se genera por la posibilidad de que la Comisión de Patrimonio declare como protegida un área “inmensa” debido a hallazgos precolombinos. Algo que desde Artigas se sostiene que  debería limitarse a resguardar “lugares puntuales” sin trabar el desarrollo productivo.

La importancia del  sector y su impacto económico

La minería de amatistas no solo abastece a talleres y artesanos locales, sino que impulsa exportaciones relevantes: en 2024 las ventas al exterior superaron los US$ 60 millones, con destinos como Europa, China y Estados Unidos, además de Brasil, donde parte de la producción es procesada. El año pasado la amatista fue reconocida oficialmente como la piedra nacional de Uruguay.