
Uruguay mira hacia la OCDE /
Lo que exige reformas y proyección internacional
Gobierno y organismos internacionales analizaron en Montevideo los pasos necesarios para la inserción del país en el organismo de cooperación económica más influyente del mundo. Todo se desarrollo en torno al evento denominado: “Uruguay y la OCDE: Diálogo estratégico sobre inserción internacional y reformas”.
La apertura estuvo a cargo del canciller Mario Lubetkin y de la vicepresidenta de Países e Integración Regional del BID, Anabel González, quienes coincidieron en la necesidad de fortalecer la inserción internacional del país y actualizar sus estrategias frente a un contexto global signado por el proteccionismo y la competencia creciente.
A puertas cerradas, participaron además el secretario de Presidencia Alejandro “Pacha” Sánchez, la vicecanciller Valeria Csukasi, el presidente del Banco Central, Guillermo Tolosa, técnicos del Ministerio de Economía y Finanzas, representantes de la academia y de la Cámara de Industrias, así como delegados de la OCDE y de países latinoamericanos que ya forman parte de ese bloque, como Chile, Costa Rica, Colombia y Perú.
Inserción y reformas pendientes
En su intervención, Lubetkin remarcó que la política exterior uruguaya tiene como eje la defensa del multilateralismo y la búsqueda de “nuevos socios y actores”, entre ellos la propia OCDE. Reconoció que Uruguay aún no está cerca de alcanzar la membresía, pero aseguró que el país “está en camino” y que el proceso será gradual. El canciller destacó los avances logrados en foros internacionales como los Brics y el G20, a los que Uruguay ha sido invitado pese a no ser miembro pleno, lo que a su entender confirma que el país es considerado un socio relevante por la comunidad internacional.
La importancia de incorporar el país a la OCDE
Por su parte, el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, señaló que la incorporación a la OCDE constituye una “determinación del gobierno y del país”, basada en la defensa de valores como la democracia, la libertad y las reglas claras para el sector privado. Subrayó que para avanzar será necesario emprender reformas en educación, competencia, gobernanza estatal y modernización institucional. “Existe la determinación política de querer avanzar en esta dirección, participar y aprender de las mejores prácticas internacionales”, afirmó Sánchez, quien sostuvo que Uruguay necesita apoyo y cooperación para encarar transformaciones estructurales que aseguren crecimiento sostenido.
La mirada del BID y la OCDE
Desde el BID, Anabel González sostuvo que Uruguay ha demostrado avances importantes en la senda hacia la OCDE, pero “aspira a más”. Enfatizó que el país busca acelerar su crecimiento económico mediante innovación, capacitación laboral, desarrollo de capital humano e infraestructura moderna, metas que exigen mejores políticas públicas y coordinación técnica. A su juicio, integrarse a la OCDE requiere un esfuerzo prolongado en materia de gobernanza, construcción de consensos, posicionamiento internacional y trabajo técnico sostenido. “Uruguay se prepara para jugar en las grandes ligas, pero cambiar de categoría no es fácil”, advirtió.
Un desafío de largo aliento
El ingreso a la OCDE implicará para Uruguay comprometerse con estándares internacionales en múltiples áreas: desde educación y políticas sociales hasta transparencia fiscal, competencia y comercio. Para las autoridades, más allá de la meta de adhesión, el proceso mismo permitirá al país revisar, actualizar y mejorar sus políticas públicas.
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