Desde los colores más visibles (o imaginados) hasta los símbolos más ocultos o las leyendas con más claridad intuidas por el poeta, todo lo que se desprende de la observación de un paisaje con río, conforma el nuevo libro de Leonardo Garet. Se titula “Cada bote en su río” y pasa a engrosar, como no podía ser de otra manera, la colección de Publicaciones La Casa del Río, que dirige el propio Garet y que ha dado a conocer muy valiosos libros de autores uruguayos.

Cada bote en su río está ilustrado por el salteño Mario Perillo, lo que no es nuevo en las obras de Garet, ya que El sabor de los viajes, libro del año pasado, también contenía imágenes de este artista. Pero si se rastrea más atrás en el tiempo, aquella antología poética que el salteño publicó en 1992, con prólogo de Marosa di Giorgio, tiene ilustraciones de Daniel Amaral Oyarvide.

Leonardo Garet, nacido en Salto en 1949, es desde hace ya algunas décadas, figura central de la literatura uruguaya contemporánea.  Poeta, narrador, ensayista y docente, no es novedad (menos para los salteños) que su obra ha sido reconocida tanto en Uruguay como en el extranjero, con traducciones a múltiples idiomas y premios nacionales.  Su poesía en Cada bote en su río, otra vez, está profundamente enraizada en el paisaje para ofrecer desde él una mirada sensible y reflexiva sobre la existencia humana.

Otra vez el río

En su antología El río imaginario (Delfos, 2023), Garet recorre casi medio siglo de creación poética, desde Pentalogía (1972) hasta Entre la noche y el luminoso mar (2020).  El título alude al fluir del tiempo y la identidad, evocando la idea de que "no podemos bañarnos dos veces en el mismo río", pero sí regresar a través de la memoria.  En sus primeros libros, como Máquina final (1977), se percibe un tono grave, salpicado de ironía y sostenido por una ardua esperanza:

"Este baile de arañas

con hormigas invitadas

empezó con el átomo

cantando en Hiroshima."

Con el tiempo, su poesía evoluciona hacia una serena asunción de las luces y sombras de la vida, con un sentido de trascendencia humano y heredero del pasado. Es lo que plantea su nueva obra.

Patios y viajes interiores

En Patio (Yaugurú, 2012), Garet ofrece una obra culminante, según el crítico Alejandro Michelena.  El libro, integrado por dos conjuntos —"Patios" y "Viajes"—, alterna textos que evocan espacios provincianos y viajes interiores. Como en Patio, también ahora, con versos precisos y una respiración rítmica profunda, Garet logra una síntesis elocuente que proyecta lo palpable a lo existencial, alcanzando lo metafísico con originalidad indiscutible.

No está de más recordar en este contexto, que la poesía de Garet ha trascendido fronteras nacionales.  Su antología bilingüe Celebrazione (2012) fue presentada en Roma, reuniendo poemas de las últimas dos décadas de su creación.  La edición, de 75 páginas, destaca por su calidad y cuidado, y representa un acontecimiento significativo para la difusión de la poesía uruguaya en lengua española.

Narración y crítica literaria

Algo que llama la atención de muchos, para bien, es el ritmo incesante en la creación de este salteño. No debe olvidarse que además de su labor poética, Garet ha incursionado en la crítica literaria desde siempre.  En Apuesta al 98 (Aldebarán, 2021), ofrece una relectura de la Generación del 98 española, liberándola de la "cárcel académica" y destacando su vitalidad y vigencia en el nuevo milenio.  Su análisis es tanto divulgativo como analítico, aportando una visión renovada sobre autores como Valle-Inclán, Azorín, Pío Baroja, Unamuno y Machado. Pero tampoco ha abandonado la narrativa: su más reciente libro, Jameos del aire, es una demostración de sus dotes narrativas y capacidad para forzar los límites entre géneros literarios, ya que la poesía siempre está.

En definitiva, Leonardo Garet continúa siendo una figura activa en la literatura uruguaya. El sábado pasado sin ir más lejos, esta página ofreció una nota sobre su obra “José Artigas en la Poesía de Salto” (2023), donde reúne textos de poetas salteños dedicados a la figura de Artigas, acompañados de comentarios y notas del autor.

En este 2025, una vez más, este salteño, gracias a su conexión con el paisaje y la memoria, ofrece una mirada única y valiosa sobre la existencia humana.