Aquellos tiempos de Eliseo
-
Por el Lic. Fabián Bochia
/
fbochia@laprensa.com.uy

La bolsa está en la mano. No se despega. Es de tamaño mediano. La bolsa, siempre cerca. El hombre es enorme, de gran complexión. Organiza todos los detalles.
Me saluda afablemente, llego en la misión de cubrir las reuniones del Consejo Superior de la Liga Salteña de Básquetbol. El hombre alto y simpático es Eliseo De los Santos, docente y presidente de la Liga de Básquet. Un hombre inteligente, activo, dinámico.
Se me acerca y me habla al oído, no era época de celulares.
¿Sabés qué traigo en la bolsa?
Ni idea le digo. Chupetones, sí chupetones, son bien ricos, de dulce de leche, tienen una vaquita en la etiqueta, subraya Eliseo. ¿Y para qué chupetones? le interrogo. Lo tengo estudiado, se pelean menos, mientras comen el chupetón se relajan y hay menos quilombo y puedo llevar adelante mejor las reuniones y ejecutar lo que tengo planificado.
Eliseo es un genio, un hombre distinto, le empieza a dotar por aquellos años de los noventa de atractivos al básquetbol local, consigue apoyo empresarial, viste mejor a las selecciones, da premios a los aficionados que van a las canchas. Un hombre distinto pero en base a capacidad, esfuerzo y trabajo.
Recuerdo haber viajado con esos equipos salteños por el litoral y ver como todo salía de acuerdo a los planificado por el cuerpo de neutrales donde destacaba claramente la figura de este hombre metedor y metedor que le daba otro cariz a todo. Aprendimos mucho con Eliseo, docente de Física pero una especie de psicólogo en acción pues anticipaba las jugadas y sabía la reacción de casi todos. Si bien lo de los chupetones es una anécdota simpática también marca que sabía que la gente disfrutando un dulce se siente más placentera y plantea menos problemas. Y no llegaba jamás a una reunión del Consejo Superior de la Liga Salteña de Básquetbol sin su bolsita de sabrosos chupetones.
Un tema importante de pensar es que por ejemplo al ser seis instituciones se conocen a placer y también van sumando desgastes por ejemplo de tensiones en partidos, problemas que se fueran generando en la fijación de fechas lo que es a veces lógico cuando son pocos equipos y los representan como delegados ante la Liga los mismos hombres. Ese desgaste a veces es complejo pues es la base de los roces y problemas futuros, algo que Eliseo iba atendiendo y atemperando a partir de su profundo conocimiento de la idiosincrasia del básquetbol salteño.
El mundo del básquetbol salteño, al que conocimos en sus detalles, tienen clubes de históricas rivalidades que se mantienen con el tiempo y se manifiestan cada vez que se puede. Los clubes son muy fuertes y han hecho historia, pensemos que Salto Uruguay logró ganar la Liga Uruguaya y que la mayoría han sido campeones del Litoral. Salto tiene clubes pesados en serio que se mantienen con el tiempo y son faros del deporte del aro para todo el interior del país.
El tiempo le demostró a Eliseo De los Santos que su estrategia era funcional al básquetbol salteño, que le permitió organizar la Liga, le permitió tener buenas selecciones compitiendo en el Litoral en todas las categorías.
Recordamos en el Gimnasio "Jacinto B. Muñoa" de Círculo Sportivo a Eliseo tirando paquetes de yerba a los aficionados, los que eran parte de un patrocinio de todo el básquetbol salteño.
Ese tipo de acciones fueron conquistando al público salteño que le valoraró un montón de acciones y que veía la nobleza de la gestión que hoy queremos rescatar.
Eliseo, la forma de trabajo, la capacidad enorme de manejar los grupos dejó una impronta increíble de un hombre que merece recordarse por su gran capacidad de entender la realidad y articular sobre ella.
Comentarios potenciados por CComment