La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

El pasado viernes 12 de diciembre ocurrió algo que, para muchos salteños, parecía casi olvidado: volvió Museos en la Noche. Y no es un dato menor. Luego de muchísimo tiempo de abandono, de persianas bajas y de agendas culturales vacías, el departamento volvió a tener una noche donde la cultura fue protagonista, donde hubo espectáculos, talleres, propuestas artísticas y una agenda pensada para encontrarse, disfrutar y reflexionar.

El programa se desarrolló en tres espacios emblemáticos: el Museo de Arte Inés Olarreaga de Gallino, el Museo Horacio Quiroga y el Teatro Larrañaga. Tres lugares que no solo representan historia y arte, sino también identidad, memoria y pertenencia. Tres espacios que volvieron a latir, a recibir gente, a ser lo que nunca debieron dejar de ser.

Este retorno no es casualidad. Forma parte de una clara decisión política del actual gobierno departamental de la CORE, que intenta —con hechos y no solo con discursos— recuperar y restaurar los espacios culturales del departamento, así como reactivar una agenda cultural digna, abierta y de calidad. Se trata, ni más ni menos, de ofrecerle al ciudadano de Salto lo mejor en materia cultural, entendiendo que la cultura no es un gasto, sino una inversión social, educativa y económica.

Ahora bien, celebrar este regreso no implica callar lo que pasó antes. Al contrario. Es imposible no contrastar esta iniciativa con la nefasta herencia de diez años de gobierno del FA y del clan Lima, que dejaron a la cultura salteña en estado de abandono. Porque mientras hoy se intenta reconstruir, durante una década se destruyó, se descuidó y se miró para otro lado. Actitudes estas que son que marcan el típico modus operandi de las nefastas ideologías de izquierda, que buscan destruir la identidad cultural, histórica y patriótica de los ciudadanos.
Museos fundamentales como el Museo Histórico, el Museo del Hombre y la Tecnología y el Museo Arqueológico y de Ciencias Naturales fueron víctimas de políticas claramente anticulturales. No solo fueron descuidados: fueron abandonados, saqueados y prácticamente destruidos. Y esto no es una opinión, es un hecho público y notorio.


De esos museos desaparecieron piezas de altísimo valor cultural, histó rico y económico. Piezas que no solo forman parte de la identidad patriótica y nacional de Salto, sino que tienen valor histórico para el mundo. En particular, el Museo Histórico fue el más castigado: lo convirtieron en un depósito, sin control ni cuidado, y allí se produjo la mayor pérdida de piezas históricas de incalculable valor.

El daño no es solo cultural. Las consecuencias van mucho más allá. El circuito de museos de Salto era —y puede volver a ser— un atractivo clave para el turismo. Y como Salto es un departamento eminentemente turístico, el perjuicio económico provocado por estas políticas de izquierda es enorme, incalculable. Va a llevar mucho tiempo dimensionar realmente cuánto daño provocó.


Por eso es imprescindible saber qué destino tuvieron las piezas históricas y culturales que hoy faltan. Es necesario conocer la verdad y atribuir las responsabilidades correspondientes, tanto administrativas como judiciales, civiles y penales. El patrimonio es de los salteños, no de un gobierno de turno.

Como representante de los ciudadanos que nos dieron su confianza con el voto, vamos a realizar pedidos de informes al actual Ejecutivo Departamental para conocer en detalle lo sucedido, exigir transparencia y solicitar que se realicen las investigaciones pertinentes, adoptando todas las medidas que correspondan.

Salto no se merecía este ataque brutal a su cultura y a su historia. Como salteños no podemos permitir que nuestro patrimonio sea saqueado, que nuestras raíces sean borradas y que los responsables queden impunes. Tampoco podemos mirar para otro lado ni hacer como si nada hubiera pasado.

Es necesario aprender de lo ocurrido y no volver a darle espacio a ideologías retrógradas y destructivas que ya demostraron su desprecio por la cultura, la identidad y la historia de nuestro departamento.

Como Edil Departamental reafirmamos nuestro compromiso con el cambio que el pueblo salteño pidió, con la recuperación de Salto y con la creación de oportunidades de crecimiento en todos los ámbitos. La cultura volvió a encender una luz. Ahora, la tarea es que nunca más la vuelvan a apagar.

Comentarios potenciados por CComment

Ranking
Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte