El nuevo servicio está ubicado en el piso 6 del hospital, cuenta con dos salas  y, según se afirmó, permitirá cuadruplicar la capacidad de atención. La remodelación y el equipamiento, demando una inversión de US$ 3 millones, y permitirá, dar una atención completa y de calidad tanto en el diagnóstico como en el tratamiento a los pacientes con enfermedades renales crónicas avanzadas. También se les podrá hacer un seguimiento de la enfermedad incluso a quienes no requieren diálisis. 

Los pacientes que sí requieran hemodiálisis, se podrá aplicar la hemodiafiltración, “una técnica muy superior por sus resultados” además de diálisis peritoneal. Con la diálisis, ya sea en sus variantes más primarias o las más modernas, se “sustituye” la función del riñón. A nivel mundial 1 de cada 10 adultos padece enfermedad renal crónica. En Uruguay hay unos 3.000 pacientes en diálisis y aproximadamente 1.500 pacientes trasplantados.