Desde la inmensidad del espacio, Ultratom llegaba todos los sábados a nuestras casas, en ese clásico inolvidable de la infancia que era Cacho Bochinche. Los más chicos esperaban su llegada con ansiedad, mientras algunos se resistían a soltar el chupete o dejar el meme. Pero había algo mágico en ese momento: Ultraton llegaba para poner orden… y para recordarnos que crecer también es parte del juego.

Estos días, mientras pensaba en esos recuerdos, me vino a la cabeza una idea: ¡qué bien vendría que Ultraton aterrizara en Salto! Porque viendo el clima político actual, hay muchos adultos que todavía no entregaron sus “utencillos”. Especialmente en las redes sociales, donde algunos parecen seguir en modo “bochinche”, obsesionados con cada paso del intendente electo.

Publican, opinan, critican, atacan… pero no sueltan el chupete. Parecen no aceptar que el juego cambió, que hay nuevas reglas, y que el que está al mando ahora no es su preferido.

Mientras tanto, Cacho de la Cruz, aquel referente de la televisión uruguaya, está más vigente que nunca. No solo por lo que representó en nuestra infancia, sino porque su mensaje sigue siendo actual: hay que saber crecer, saber reírse, y también saber perder.

Así que, si alguien tiene el teléfono directo al espacio, que le avise a Ultraton. Lo necesitamos en Salto más que nunca. Para que venga, dé una vuelta, y ayude a algunos a entregar de una vez el chupete, el meme… y el ego herido.