El robo perpetrado en las primeras horas del viernes último en un comercio de la Zona Este, no fue un robo más. Fue el quinto robo en el mismo lugar en lo que va de este año. Es entonces el que marca, nada menos, que un promedio de un robo por mes, tema del que LA PRENSA ya se ha ocupado en otras oportunidades, dada la confianza depositada en este medio por la familia propietaria del lugar.

Lugar de mucho movimiento

Ubicado en las inmediaciones de Avda. Blandengues y calle Agraciada (lugar de intenso movimiento comercial, educativo y demás), se trata de un comercio que desde principios de enero viene sufriendo permanentes robos en horarios en que está cerrado, pese a que en cada una de estas oportunidades se han reforzado las medidas de seguridad.

Por supuesto que las pérdidas económicas son muy importantes. No sólo por lo robado en sí (en esta última ocasión fueron más de 15 botellas) sino además por las inversiones que se debe hacer en reparación de rejas, puertas de metal, vidrios, etc. 

Impotencia, desilusión

Más allá de lo económico, hay sin dudas también una cuestión de angustia que se hace patente. "Es una gran impotencia la que sentimos...Hay momentos que me cuestiono si vale la pena segur así o cerrar, porque al final terminás trabajando un mundo de horas por día para mantener a estos delincuentes", expresaba a este vespertino el principal del comercio. Preocupa asimismo, y también el asunto ya fue planteado desde estas páginas, que toda esa zona viene siendo fuertemente golpeada por la delincuencia desde hace un tiempo. De hecho, hay que recordar que vecinos y empleados de empresas de esas inmediaciones, hace unos meses redactaron una carta dirigida a las autoridades policiales, firmada por más de 40 personas, en la que reclamaban por más seguridad.

Es decir, son varios los afectados (comercios, casas de familias y transeúntes que han sido rapiñados), pero evidentemente que la situación del establecimiento robado ahora por quinta vez, supera toda capacidad de preocupación.

¿Cámaras de seguridad?

La foto que acompaña esta nota fue tomada poco después de ocurrido el cuarto robo del año y pertenece a la puerta del fondo del establecimiento comercial. En el caso de este último robo, en cambio, fue literalmente derribada la puerta principla, la el frente. De ahí que muchas personas se preguntan: ¿qué pasa con las cámaras de seguridad que hay en la zona (incluso en la misma cuadra)?