
El arte se une en escena /
Ballet y música en vivo llenarán de magia el Teatro Larrañaga
La Escuela Departamental de Ballet y el Conservatorio Municipal de Salto presentan una función conjunta única, con valses, emoción y más de 200 bailarinas sobre el escenario. El próximo viernes 27 a las 20 horas, el Teatro Larrañaga será testigo de una velada artística sin precedentes en Salto, por primera vez, la Escuela Departamental de Ballet se une en escena con la Banda del Conservatorio Municipal, en una propuesta que combina danza y música en vivo en una apuesta cultural de gran envergadura. La dirección artística de este proyecto recae en Mercedes Margall, directora de la escuela de ballet, y Mario Torres, al frente del conservatorio.
Con entradas accesibles a 250 pesos y una invitación abierta a toda la comunidad, esta presentación promete ser una noche especial para quienes aman el arte, la música, la danza y la educación cultural de calidad.
Una colaboración que llevaba años gestándose
“La idea de hacer algo juntos estaba desde que se fundó la escuela”, explicó con entusiasmo Mercedes Margall en una entrevista en La Prensa Streaming. “Siempre nos preguntábamos, ‘¿Cuándo vamos a hacer algo juntos?’ Y esta vez se dio la oportunidad”.
La propuesta surge como la muestra de invierno de la Escuela Departamental de Ballet, pero con un agregado inédito, una colaboración multidisciplinaria entre danza clásica y música interpretada en vivo. El repertorio elegido incluye una serie de valses cuidadosamente seleccionados para la ocasión, los cuales serán interpretados por la banda del conservatorio mientras las bailarinas ejecutan sus coreografías.
Un desafío técnico y artístico
Este formato representa un reto especial tanto para músicos como para bailarinas, ya que la interpretación en vivo implica una adaptación constante a los tiempos y matices de la banda. “No es lo mismo bailar con pista que con música en vivo”, comentó Margall. “Hay que tener el oído muy atento porque, si la banda acelera o se alentece, las bailarinas deben acompañar esos cambios en tiempo real”.
Durante las semanas previas, los ensayos conjuntos entre ambas instituciones fueron intensos. “Ha sido un gran trabajo, pero con excelentes resultados”, aseguró la directora, quien afirma sentirse “pronta” y confiada gracias al compromiso de sus alumnas y al nivel organizativo del equipo.
La estructura del espectáculo
La muestra comenzará con una sección dedicada a la danza contemporánea, como es tradición en las presentaciones de invierno. Luego, se introducirá una “sorpresita”, en palabras de Margall, y finalmente se dará paso a los esperados valses acompañados por la banda.
Si bien no todas las coreografías serán con música en vivo las alumnas más pequeñas, de entre dos y tres años, bailarán con pistas grabadas, la noche representa una oportunidad para que todas participen. “Esta muestra es también un entrenamiento para diciembre”, señaló Margall, haciendo referencia a la función de fin de año donde se presentan piezas completas del repertorio clásico y que exige mayor madurez escénica.
El objetivo de esta muestra intermedia es múltiple, mostrar a los padres el progreso de las alumnas, introducir a las más jóvenes al escenario y reforzar el sentido de comunidad dentro de la escuela.
Más de 200 artistas tras bambalinas
Coordinando un evento de esta magnitud hay un detrás de escena vibrante y, a veces, caótico. Con más de 200 bailarinas de distintas edades, la logística implica horarios precisos, ensayos generales, organización de camerinos y muchas emociones. “Las más nerviosas suelen ser las intermedias”, explicó Margall. “Las chicas grandes ya manejan los nervios, y las más pequeñas ni se dan cuenta hasta que están vestidas y a punto de salir al escenario. Pero las que están en el medio son las que más preguntan: ‘¿Y acá qué va? ¿Dónde me maquillo? ¿A qué hora bailamos?’”.
Afortunadamente, el equipo cuenta con un sólido grupo de bailarinas mayores que no solo participan como intérpretes, sino también como asistentes, apoyando a las más pequeñas y ayudando a mantener el orden.
El valor emocional de subirse al escenario
Más allá de lo técnico, lo emocional también ocupa un lugar central. “Ese nervio en la panza, esa adrenalina antes de salir al escenario, no se pierde nunca. El día que se vaya, es porque ya no sentimos nada al subirnos”, confesó la directora.
Y es justamente esa emoción la que moviliza tanto al equipo docente como a las familias, quienes acompañan y respaldan el desarrollo artístico de las jóvenes bailarinas. La presentación del viernes no será solo un evento para disfrutar en el momento, sino una instancia de aprendizaje y crecimiento personal para cada una de las niñas sobre el escenario.
Cultura que se comparte y se apoya
Además de celebrar una propuesta artística innovadora, Margall aprovechó para enviar un mensaje a la comunidad: “No dejen de apoyar a la cultura en Salto. No solo en esta función, sino en todos los ámbitos. Es muy importante acompañar a nuestras instituciones y artistas locales”.
La directora también expresó su deseo de que este tipo de eventos pueda replicarse en otros espacios y localidades. Aunque la logística de trasladar a tantas niñas es compleja, la intención de proyectar el ballet y la música más allá de los límites del Teatro Larrañaga está siempre presente. “Si surge una invitación, nosotros estamos más que prontos para salir a bailar donde sea”.
Una función que promete ser inolvidable
El espectáculo, que combina el esfuerzo de dos instituciones culturales clave del departamento, representa una apuesta por la calidad, la cooperación y el amor al arte. Con entradas a la venta en el teatro de 9 a 18 horas, se recomienda adquirirlas con antelación, ya que se prevé una sala llena.
“Los esperamos a todos”, reiteró Margall. “A pesar del frío, que se animen, que va a estar lindo”. Y no cabe duda, cuando el telón se levante a las 20:00 del viernes, Salto vivirá una noche mágica, fruto de meses de trabajo, pasión y compromiso con la cultura.
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