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El primer ministro británico, Keir Starmer, afirmó este lunes que el Reino Unido debe avanzar hacia una “preparación para la guerra” ante lo que describió como una amenaza real e inmediata por parte de Rusia. En un discurso pronunciado en Glasgow, el líder laborista sostuvo que la agresión del Kremlin representa el desafío más grave para la seguridad europea desde el final de la Guerra Fría y llamó a “cada parte de la sociedad” a asumir su responsabilidad en la defensa nacional.

“La agresión rusa está creciendo, y sus acciones imprudentes ya están elevando el coste de vida en nuestro país”, declaró Starmer durante la presentación de la Revisión Estratégica de Defensa, un informe encargado por su Gobierno a un panel de expertos. “Espero que no lleguemos a desplegar tropas británicas en suelo europeo, pero para asegurarnos de que no sea así, debemos prepararnos. El Reino Unido no puede ignorar la amenaza que representa Rusia”.

La preparación para la guerra

Starmer subrayó que el Reino Unido se enfrenta a un nuevo entorno internacional, “más inestable e inseguro que en muchos años”, y que es necesario revisar la estructura, capacidades y prioridades de las Fuerzas Armadas. “Estamos entrando en una nueva era en materia de defensa y seguridad”, afirmó. “La preparación para la guerra debe convertirse en el objetivo central de nuestras fuerzas armadas”.

Previsión de 3% de gasto militar para el 2034

La Revisión Estratégica de Defensa establece las líneas maestras de una profunda transformación de la política militar británica. El documento plantea un aumento progresivo del gasto en defensa, que pasará del 2,3 % actual del producto interior bruto al 2,5 % en 2027, con la meta de alcanzar el 3 % antes del fin de la próxima legislatura en 2034. Según el Gobierno, este refuerzo busca asegurar que el Reino Unido esté en condiciones de responder a amenazas convencionales, nucleares y cibernéticas.

12 submarinos nucleares

Entre las principales medidas anunciadas este lunes figura la construcción de hasta 12 submarinos de ataque de propulsión nuclear, junto con una inversión de 15.000 millones de libras (17.700 millones de euros) en el programa nacional de ojivas nucleares. Estas iniciativas se enmarcan en el acuerdo de seguridad trilateral AUKUS, firmado con Estados Unidos y Australia, y están orientadas a reforzar la disuasión estratégica británica en un contexto de creciente competencia global.

6 fábricas de municiones y explosivos

A estos anuncios se suman decisiones adelantadas el pasado sábado: la construcción de al menos seis fábricas de municiones y componentes explosivos en territorio británico, con una inversión de 1.500 millones de libras (unos 1.760 millones de euros), y la adquisición de hasta 7.000 armas de largo alcance de fabricación nacional. Estas medidas buscan asegurar una producción sostenida y aumentar las reservas estratégicas de munición, necesidades expuestas por el conflicto en Ucrania.

 

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