
Grupo Reencuentro /
El INR 20 no cumple las cifras demuestran falta de rehabilitación
-
Por Pedro Rodríguez
/
moviles@laprensa.com.uy

Una realidad que duele en silencio
Luis Mendieta no habla solo por él. Habla por cientos de familias que viven con un mismo dolor: tener a un ser querido preso, lejos de casa. En entrevista exclusiva , el referente del colectivo Reencuentro expone con claridad la realidad que enfrentan quienes tienen familiares en cárceles ubicadas a cientos de kilómetros de sus hogares. El grupo al que pertenece reúne a familias de todo el interior del país, desde Salto hasta Treinta y Tres, con un reclamo claro: el derecho al acercamiento familiar. “Hoy en día hay personas privadas de libertad que fueron trasladadas lejos de su departamento, lo que les aleja de sus afectos", explica Mendieta. Y ese alejamiento tiene un costo humano altísimo.
Viaje a Montevideo y reclamos al poder político
En julio, el colectivo viajó a Montevideo. Se reunieron con la senadora Bettiana Diaz del Frente Amplio, integrante de la comisión de cárceles. Allí, entregaron documentos con los nombres de los reclusos trasladados y peticiones de retorno a sus lugares de origen. Si bien recibieron una escucha atenta, las respuestas fueron lentas y burocráticas. “Más allá del trámite administrativo, esto nos afecta profundamente como familias”, señaló Mendieta. “No pedimos privilegios, pedimos derechos”.
Una rehabilitación que no llega
Pero el reclamo va más allá del traslado. Mendieta pone el foco en la rehabilitación, objetivo central del sistema carcelario. Y para eso, insiste, la cercanía de la familia es clave. “La contención familiar es fundamental para la rehabilitación de una persona. Sin eso, el sistema fracasa”.
Además, aportó datos reveladores: en la cárcel de Salto hay 520 reclusos, pero trabajan allí más de 150 operarios. A pesar de esos recursos humanos, la tasa de reincidencia en Salto es igual a la de Montevideo. “Eso demuestra que algo no está funcionando”, afirma. “No se está rehabilitando como se debería”.
Hay espacio... pero falta voluntad
El colectivo también denunció que hay lugares disponibles en otras cárceles del interior, como en Artigas, donde hay 162 plazas libres. “Si hay espacio y el objetivo es rehabilitar, ¿por qué alejar a la gente de su familia?”, se pregunta Mendieta.
Cartas, gestiones y esperanza
Durante su visita a la capital, también dejaron una carta en Presidencia. Aunque no pudieron ser recibidos directamente por el presidente, el secretario Alejandro Sánchez les confirmó que la misiva fue entregada. El colectivo ya había hecho llegar una carta en mayo, y sigue esperando respuestas concretas.
“Lo valoramos como algo positivo”, dijo Mendieta sobre la movida en Montevideo. “Siempre es bueno poder dialogar con las autoridades. No buscamos enfrentamientos, buscamos soluciones”.
Próximos pasos: seguir luchando
Ahora, el grupo se prepara para una nueva concentración el 18 de agosto frente al Palacio Legislativo, junto a familiares de Montevideo. Y a fin de mes, planean volver a la capital para insistir con su reclamo: humanidad, derechos y rehabilitación real.
Luis Mendieta y Reencuentro piden lo que parece básico, pero que a veces se olvida: que las cárceles no sean castigos perpetuos, sino caminos de reintegración. Y para eso, la familia no puede quedar afuera.
Comentarios potenciados por CComment